Salud dental en los bebés y niños

La propuesta más importante para mantener la buena salud bucal es visitar regularmente al odontólogo y reducir el consumo de alimentos muy azucarados, a fin de evitar la aparición de las caries.

Los dientes torcidos pueden dificultar la limpieza bucal efectiva e incrementar los riesgos de perderlos. Practicando unas simples orientaciones:

Lavar a fondo con pasta dental con flúor, por lo menos dos veces diarias y para obtener mejores resultados, cepillar los dientes después de cada comida.

Usar hilo dental diariamente o, en su defecto, utilizar un limpiador interdental para remover la placa que se acumula en las encías y a los lados de los dientes. Es favorable aclarar la garganta con enjuague bucal mentolado.

Limitar el número de meriendas o bocadillos entre las comidas.

Visitar al dentista regularmente.

Tus niños pueden fortalecer sus dientes y protegerlos con flúor, un mineral que protege el esmalte y repara las cavidades microscópicas. Hay dos formas para recibir las virtudes de este elemento:

Tomar agua con flúor. Los niños que ingieren el líquido desde tempranas edades tienen menos problemas dentales.

La pasta enriquecida con flúor y lo enjuagues bucales permiten reducir el tiempo de las visitas al odontólogo.

Signos de enfermedades en las encías

Usualmente son causadas por la placa que produce toxinas que irritan las encías. Durante la pubertad, las encías pueden volverse más sensitivas a causa de los cambios hormonales. Si tu niño presenta los siguientes signos de enfermedades en las encías, acude a tu médico:

Mal aliento crónico (halitosis).

Pérdida del apetito y cambio en los sabores.

Pus en la superficie de las encías.

Desprendimiento de las encías.

Dientes que se caen o cambian de posición.

Vigila lo que come tu hijo.

Los adolescentes prefieren degustar bocadillos dulces y comida rápida. Pero estos hábitos alimenticios pueden originar problemas dentales. Asegúrate de que tu hijo escoja sus alimentos sabiamente. Cuando sea posible, suprime de su dieta los comestibles azucarados y permíteles consumir productos que surtan el mismo efecto.

Cuando tu hijo desee merendar, anímalo a comer saludable, como nueces, popcorn, queso, vegetales picados, yogurt, caramelos o goma de mascar libre de azúcar. Sobre todo, recuérdales cepillar y enjuagar sus dientes después de cada comida.