Proteger a los niños del abuso sexual

El abuso sexual afecta a miles de niños cada año y en la gran mayoría de los casos los agresores son personas que ellos conocen y en las que confían, por lo que es difícil prevenirlos de este tipo de ataques.

Una de las angustias de los padres es cómo evitar que ocurra este tipo de situaciones. Para proteger a los niños del abuso sexual de miembros de la familia o amigos íntimos, es preciso estar alerta a situaciones «potencialmente» peligrosas y seguir las siguientes recomendaciones:

-Esté consciente de dónde está su niño y qué está haciendo:

Tu atenta supervisión es la mejor protección contra el abuso sexual. Por supuesto, no puedes estar con él todo el tiempo. Pide a otro adulto responsable que lo cuide cuando no puedas hacerte cargo. Si no logras encontrar supervisión de adultos, haz arreglos para que el niño camine o juegue durante estos períodos.

-Conoce a los amigos de tus hijos. Especialmente aquellos que son mayores que tu hijo o hija.

-Enseña a tus niños a velar por su propia seguridad. Enséñale a no aceptar dinero, confites o favores de extraños. Adviérteles sobre los peligros de pasear con alguien a quien no conocen. Diles lo que pueden hacer si alguien se les acerca con intenciones extrañas de manosearlos.

¿Qué pueden hacer los niños?

-Buscar la ayuda de un adulto, consejero o policía cuando una persona les hace sentir incómodos o los asusta con sus juegos.

-Llamar la atención, gritar y formar un escándalo en situaciones irregulares.

-Decir «no» a las demandas de contacto físico de parientes cercanos y amigos. Recuerda que muchos niños son víctimas de personas que ellos conocen.

-No montarse en vehículos ajenos ni aceptar regalos de extraños.

¿Cómo puedo hablar con mis niños del abuso sexual sin asustarlos?

Las precauciones relativas al abuso sexual son naturales en las conversaciones entre padres e hijos, así como las reglas de seguridad sobre cómo cruzar una calle o qué hacer en caso de accidentes.

Existen pautas apropiadas para cada edad del niño y éstas cambian a medida que crece. Si no te sientes preparada para abordar el tema del abuso sexual, puedes obviar los detalles grotescos. Simplemente explícale tu hijo que algunos adultos pueden intentar tocarlo por sus partes íntimas, levantándole su vestido o quitándole la ropa hasta hacerlo sentir incómodo.

Asegúrate de usar palabras que tu niño comprenda. Responde a todas sus preguntas y hazle sentir que puede acudir a ti en cualquier momento para comentar cosas que son enigmáticas o inquietantes. Su serenidad y conocimiento sobre la materia le harán confiar y podrá compartir sus dudas contigo.

¿No sé hará mi niño suspicaz y desconfiado con todos los adultos?

Las reacciones de los niños al abuso sexual difieren por su edad, personalidad y con la naturaleza de la ofensa. Algunas veces los niños no son perturbados por situaciones que parecen muy serias para sus padres.

A menudo, los niños están atemorizados o confundidos por el abuso sexual. Lo importante es que no le infundas temor, sino que lo pongas al tanto de la situación y se sienta seguro de comunicarte cualquier cosa.

Muchos niños están temerosos de hablar acerca del incidente por temor a ser castigados. En otros casos, permanecen silenciosos porque no quieren constituirse en un problema para el abusador.

Niños mayores pueden sentirse avergonzados por describir el suceso.

Estos problemas son especialmente comunes cuando el abusador es miembro de la familia. Aún si el niño no te dice acerca del abuso, puedes tener la sospecha de que algo no anda bien. Los cambios en el apetito o sueño pueden ser una señal, el niño puede parecer inusualmente aislado, se mostrará muy perturbado cuando se queda solo, o si el abusador está cerca. Está atenta a los cambios conductuales del niño e intenta descubrir cuáles son sus motivaciones.

¿Cómo respondo si mi hijo me dice que han abusado de él?

Toma en cuenta los sentimientos del niño. Puedes estar muy perturbada por lo que le ha sucedido al niño, sentirte culpable, rabiosa o impactada. Si estás molesta. Asegúrate que tu hijo o hija comprendan que tu ira no es con él o ella, sino con el abusador.

Su primera reacción puede ser incredulidad. Los niños inventan historias, pero ellos muy rara vez informan relaciones sexuales imaginarias con adultos. Toma en serio la historia del niño aún si el abusador es alguien en quien confías.

Muchos padres se sienten totalmente desesperanzados cuando su niño es abusado, pero tú eres de gran ayuda. De hecho, tú reacción será el factor más importante en la forma como se reajusta la criatura. No dejes que te manejen los sentimientos recuerda que el bienestar de tus hijos es prioridad.

Si estás muy perturbado, detente un momento a organizar las ideas antes de hablar con tu hijo del incidente. Explícale que estás perturbado por lo sucedido y que comprendes que también él puede estarlo.

No lo presiones a hablar pero disponte a escuchar cuidadosamente si ella o él quieren confiarte la experiencia. Responde cualquier pregunta y aclara cualquier mal entendido. Haz énfasis en que el abusador y no el niño es el responsable. Dile que lo protegerás (a él o a ella de tener una experiencia similar en el futuro).

Otros niños en la familia se pueden alterar por el incidente. Está consciente de sus necesidades de atención y comprensión.

Los niños rara vez son severamente dañados por los abusadores, pero puedes buscar ayuda médica. Las lesiones internas pueden ser difíciles de reconocer. Su niño o niña pueden ser examinados sin costo alguno en una consulta de pediatría de un hospital general, en un hospital de niños o con un médico particular.

¿Qué hacer si el abusador está dentro de mi familia?

Esta situación es bastante difícil para el niño y otros miembros de la familia. Puedes experimentar fuertes conflictos y sentimientos acerca del abusador, pero la protección del niño debe continuar siendo prioridad.

¿Quedará mi niño bien?

Los daños físicos permanentes como consecuencia del abuso sexual son muy raros. El médico le dará información sobre su caso en particular.

La recuperación emocional del niño dependerá, en gran parte, de su respuesta al incidente.

El período de reajuste después del abuso puede ser difícil para los padres y el niño. Muchos jóvenes continúan atemorizados y perturbados por varias semanas. Pueden tener dificultades para comer y dormir, y pueden sentirse ansiosos al pensar en regresar a la escuela.

Con frecuencia los niños necesitan hablar acerca del incidente, no asuma que él lo olvidó y no pretenda hacer ver que nunca sucedió. Tu apertura y compresión le ayudará a superar el desajuste emocional creado por el abuso.

Si tu niño parece estar perturbado o si él o ella no logran volver a su rutina normal, busca ayuda profesional. Cuando toda la comunidad adquiere verdadera conciencia de la magnitud del problema del abuso sexual, sobre todo en niños y adolescentes, será posible lograr frenar este tipo de delitos que pueden ocasionar graves secuelas.