Claves para un bebé saludable

Para prevenir la transmisión de enfermedades en el hogar y en las guarderías, es indispensable que se cumplan algunas normas básicas de higiene. Tanto el personal que trabaja con niños como los padres deben lavar sus manos con agua y jabón:

-Después de estar en contacto con fluidos corporales como sangre, orina, saliva, excrementos, etc.
-Antes de preparar, manipular y servir la comida.
-Después de ir al baño o realizar los cambios de pañal del bebé.
-Antes de sentarse a la mesa para comer los alimentos o meriendas.
-Después de acariciar a las mascotas o cualquier otro animal.
-Después de tocar a otros niños.
Es indispensable que también se eliminen los insectos transmisores de enfermedades como lo son las hormigas, las cucarachas, las moscas y los mosquitos que al tocar los alimentos con sus cuerpos contaminados propagan las infecciones; por esta razón, deben mantenerse los comestibles tapados y almacenados en sitios donde los insectos no puedan llegar.

A fin de prevenir las diarreas, es conveniente hervir el agua antes de ingerirla y lavar las verduras y frutas antes de consumirlas. Asimismo, es recomendable la disposición adecuada de la basura, en bolsas y lejos del alcance de los niños. Todos sabemos de la importancia de la prevención, por ello nuestra insistencia en que tomemos las medidas necesarias para evitar males mayores en la población infantil. Mejor es prevenir que lamentar.