Los Primeros Días

En sus primeros días el recién nacido comenzará a adaptarse a su nuevo ambiente, aunque parezca que solo tiene energía para dormir. De hecho muchos bebés muestran pocos deseos de comer en esos días y es perfectamente normal que pierdan un poco de peso. También es normal que la piel tenga un discreto tono amarillento, esto último se debe a los ajustes que debe hacer su hígado inmaduro y suele desaparecer cuando comienzan a alimentarse regularmente.

Como Hacerlo Eructar

Los bebés suelen ingerir enormes cantidades de aire durante la alimentación. Para ayudarlo a eructar sosténgalo con la cabecita recostada sobre su hombro el cual debe tener cubierto con un pañal para evitar ensuciarse y dele palmadas suaves en la espalda.

Otra forma, es colocarlo semisentado en sus piernas con el tronco hacia adelante y la cabeza hacia abajo e igualmente le da palmaditas sobre la espalda, si lo coloca en esta postura una de sus manos lo esta sosteniendo por el abdomen. Si lo anterior no le da resultado colóquelo boca abajo por corto tiempo y vuélvalo a levantar para ayudarlo, repitiendo las maniobras antes descritas.

Regurgitación y Vómitos

En los primeros meses de vida muchos niños regurgitan después de haber comido. Si la expulsión del contenido gástrico es brusca se dice que vomita y si esto ocurre con frecuencia el niño requiere la atención del médico.

Si el niño ha vomitado casi todo lo que ingirió no debe darle alimento nuevamente, trate de hacerlo esperar hasta la próxima toma, es preferible mantenerlo vacío y en reposo por un rato.

En caso de que los vómitos no cedan consulte al médico.

A medida que el niño sano crece, disminuye la tendencia a regurgitar y vomitar. Si su hijo no tiene esa tendencia y comienza a vomitar llévelo a su médico pues es posible que se trate de una enfermedad.

Las Deposiciones del Bebé

La primera evacuación del bebé es una masa verde negruzca de consistencia viscosa. Estas heces se llaman meconio y se forman en el intestino antes de nacer. Para el 2º o 3º día las heces comienzan a variar dependiendo de la alimentación.

Es normal que después de cada comida por efecto reflejo se produzca una evacuación, sin embargo no es extraño que en niños lactados al seno las evacuaciones no sean tan frecuentes e incluso pasen varios días sin deposiciones. No se alarme mientras vea a su hijo sano y normal.

El color de las heces de los niños alimentados al seno o con una formula maternizada es verde amarillento, de consistencia pastosa y sin forma. Si la consistencia es dura debe llamar al médico pues el niño está estreñido.

La diarrea se caracteriza por heces disminuidas en consistencia y/o aumentadas de frecuencia y en las primeras etapas de la vida pueden deberse a mala esterilización de las tetinas, precarias condiciones de higiene (lavado de manos), o mala preparación de la fórmula y por tanto debe consultar a su doctor.

Es importante que recuerde que las evacuaciones de cada niño son diferentes y que si su hijo continúa con buen apetito, ganando peso, y sano es señal de que todo anda bien.

Contacto Físico

El recién nacido es muy sensible al contacto físico por lo que Ud. puede trasmitirle sensación de calor y protección sosteniéndolo a su lado cada vez que pueda. El niño se conforta y se deleita cuando escucha los sonidos de su corazón. Su abrazo le da sensación de abrigo y seguridad igual que cuando estaba en su útero.

Su atención a las necesidades emocionales y físicas del niño durante el primer año de vida favorecerán el desarrollo de una personalidad saludable.

La hora de comer brinda una oportunidad excelente para satisfacer las necesidades que tiene el bebé de que se le halague y acaricie. Tal vez sea esta una de las razones por las cuales los médicos recomendamos tanto la lactancia materna ya que es el mejor momento para el acercamiento físico y emocional, y se establecen parámetros de reconocimiento madre-hijo, de satisfacción mutua.

Su Bebé es una Persona

Muchas madres solo se ocupan de cubrir las necesidades físicas de su hijos sin tomar en cuenta que a pesar de ser pequeños y no hablar, son personas que necesitan se les trate como tales, hablándoles, cantándoles, ofreciéndoles cariño.

Por otra parte hay madres tan preocupadas por su hijo que le ofrecen lo máximo de atenciones y terminan por angustiarlo, impidiéndole apreciar lo que implica su presencia.

Para el adecuado desarrollo psicológico y emocional, su bebé necesita tanto de las ausencias como de la presencia de su madre y familiares más allegados. Un niño que aprende a tener la certeza de que su mamá siempre regresará después de una ausencia, se sentirá más tranquilo y confiado, y a su debido tiempo se encontrará mejor preparado para independizarse y explorar el mundo.