Los Abuelos

Algunos abuelos son considerados unos bárbaros atrasados, otros saboteadores de la disciplina paterna, otros que malogran a los niños. Sin embargo, los psicólogos, psiquiatras y hasta algunos padres, se están dando cuenta de la importante contribución que los abuelos hacen a la vida del niño preescolar y a su desarrollo.

Parece que tanto el abuelo como la abuela juegan un papel preponderante y casi irremplazables en el desarrollo del niño para su comprensión del mundo. Además de servir como sustitutos honorarios de padres ausentes o muy ocupados, los abuelos generalmente son fuente constante de una medida extra de cariño, lo que representa un buen equipaje para hacer más estable el estado emocional del niño.

Ellos sirven sin saberlo, para agrandar el horizonte, del nieto enseñándole que existen otras personas además de los padres que también pueden hacerles agradables la vida y que también tienen conocimiento de las cosas importantes, que solo tenían su papá y su mamá.

El niño llega a ver que existen formas similares pero no idénticas a las de su madre cuando pasa algún tiempo con la generación madura. Llega a darse cuenta que existe otras formas agradables de comer su cena, salir a pasear, etc. y se da cuenta que las variaciones sobre un tema conocido, como la rutina diaria no es unos temas azarosos, sino bien agradable.

Que los abuelos engríen a sus nietos, la gran mayoría de las veces es cierto, este es un derecho. Indudablemente algunos abuelos no son tan severos en algunos asuntos como los padres si los abuelos aclaran el punto con el nieto y le dicen: Tu puedes hacer esto acá en mi casa, con nosotros, pero en tu casa haz las cosas como tu madre te lo indica.

Con esta actitud la abuela no engríe a nadie, ni sabotea la autoridad paterna. Otros aspectos que cumplen los abuelos, es que permiten al niño alejarse de todo, puesto que con la vorágine diaria, se vive en cada casa demasiado aprisa y los padres no tienen tiempo para el niño preescolar, quien vive realmente oprimido y entonces en el hogar de los abuelos tiene un sitio donde expandirse o para el niño más grande recibir el tratamiento cariñoso del niño que realmente es, o simplemente atención, tiempo, tiempo para conversar, para escuchar y para jugar.

Es un niño feliz el que sabe que los grandes tienen tiempo para dedicárselo a él. El mundo del niño se amplia, su imaginación florece, cuando el comienza a relacionar el pasado y sus habitantes, y la gente y los lugares, que constituyen el mundo que hoy él conoce.

Las historias que los abuelos cuentan sobre la vida de sus hijos, o sea, los padres, cuando ellos también eran niños, hacen que el niño tenga un sentido de continuidad de la familia, aceptar que ellos también son humanos y así poder identificarse con ellos.

El hecho de saber el niño que es apreciado por su valer y por ser miembro de una cadena, le hace sentirse más seguro tanto como individuo independiente como por ser parte de la familia.Por último estos lazos familiares se acentúan aun más ante los ojos de los niños cuando ve que sus padres acuden donde sus padres por un consejo o por intercambio de ideas.