Las Amígdalas

En la actualidad, se siguen una serie de pautas para determinar la necesidad de una cirugía de este tipo, pues las amígdalas forman parte del sistema de defensa del organismo. Existen una serie de indicaciones y contraindicaciones para la operación de garganta, por eso, es importante que el medico no tome una decisión apresurada, pues el tratamiento medico es efectivo en muchos casos.

Cuando el niño ronca durante el sueño, así como la respiración por la boca, son motivos para que el pediatra y el especialista lo evalúen. Hace 20 años aproximadamente las operaciones de garganta se realizaban indiscriminadamente en los niños que sufrieran infecciones como la amigdalitis y la adenoiditis. Esto pasaba en la mayoría de los países del mundo, en algunos incluso extraían las amígdalas como si fueran muelas.

Posteriormente vino la etapa de controversia, pues se estudiaron con más profundidad la inmunología y el papel que muchas partes del organismo juegan al respecto, y prácticamente se pasó al otro extremo, «no operamos a nadie».

En estos momentos se hace pautas para determinar cuándo practicar una de estas intervenciones a un pequeño, tomando en cuenta las indicaciones y contraindicaciones.

El organismo tiene sistemas inmunes que trabajan a través de varios núcleos, uno de ellos es el anillo de Waldeyer, que está formado por las amígdalas palatinas (laterales), también conocidas como agallas; las amígdalas linguales (en la base de la lengua), las amígdalas faríngeas (adenoides) y las que se encuentra a los lados de la trompa de Eustaquio, llamadas amígdalas tubáricas.

Las infecciones se presentan en las laterales y en las adenoides, o lo que es lo mismo, amigdalitis y adenoiditis. Y a partir de estas situaciones se plantea la necesidad o no de una intervención quirúrgica.

También es común la operación simultánea de estos dos grupos de amígdalas, al punto de que las intervenciones por amigdalitis solas prácticamente no se realizan, mientras que por adenoiditis sí.

Adenoides

Normalmente las adenoides crecen hasta los 3 ó 4 años de edad, pero debido a los gérmenes y a la contaminación ambiental en general, se infectan y comienzan a aumentar de tamaño por encima de lo normal.

Esta situación puede llevar a la obstrucción, que a su vez impide que el niño respire bien, tiene que hacerlo por la boca y surgen otras complicaciones. Al respirar con dificultad, no se ventilan los oídos y se produce una otitis media (dolor en los oídos). Otra complicación es la rinosinusitis.

A distancia también se puede generar infecciones en los pulmones y bronquios por bacterias que llegan a través del moco. Además, cuando respira por la boca, deja de purificar el aire y éste llega más contaminado y sin control de temperatura.

Esto, además, lleva al no cerrar el niño la boca, a la deformación del paladar, y con el tiempo, desviación del tabique nasal. Normalmente las adenoides dejan de crecer cuando el pequeño cumple los 4 años, pues ya a esa edad el sistema inmune se establece y hay otros núcleos con que defenderse.

¿Por Que se Produce la Adenoiditis?

Se debe fundamentalmente a dos gérmenes, el Haemophilus o el Estafilococo. En todo caso, para la cirugía se espera a que el niño tenga como mínimo 3 años, una intervención antes de esta edad sería por un caso muy grave, con fiebres mensuales, que el pequeño no come, etc.

Laterales

Las amígdalas laterales se empiezan a infectar a partir del primer año de edad, aunque lo más frecuente es la amigdalitis a los 3 ó 4 años. Al pasar la infección, vuelven a su tamaño normal, a menos que ésta se presente con mucha frecuencia y aparezcan las mismas complicaciones de las adenoides. Casi siempre, la infección de las dos (adenoides y laterales) se da simultáneamente, de allí que la cirugía sea de las dos.

¿Cuándo Se Debe Operar?

Existe una serie de indicaciones y contraindicaciones que determinan la necesidad o no de esta cirugía. En cuanto a las primeras tenemos: si se producen en el niño más de 6 infecciones al año (bacterianas, clínicamente comprobadas), cuando hay obstrucciones que compromete el desarrollo del macizo facial (la cara).

También si las amígdalas se agrandan hasta ocupar la base de la lengua y empujar ésta hacia delante. Cuando el causante de la infección es el Estreptococo beta-hemolítico del grupo A, pues sus toxinas van a la sangre y pueden atacar a los riñones y articulaciones. Otra de las indicaciones es cuando la obstrucción compromete la ventilación.

A pesar de que están bien definidas las condiciones que hacen que sea necesaria la operación de garganta, el médico tiene que ser muy conservador, nunca operar sin antes haber intentado el tratamiento médico que en algunos casos da resultado.

Las contraindicaciones son cuando el niño tiene paladar hendido o corto, ya que en estos casos las amígdalas sirven de soporte, otro problema de paladar que comprometan la voz, cuando hay epidemia de enfermedades eruptivas, ya que las amígdalas fabrican inmunoglobulinas que los protegen de las mismas, cuando el niño presenta enfermedades hemorrágicas o infecciones (defensas bajas).

Recomendaciones

Antes de hacer una serie de sugerencias a los padres se indica que no siempre el hecho de que el niño respire por la boca es signo de amigdalitis o adenoiditis, pues podría tratarse de rinitis alérgica.

También se les aclara a las madres que no es cierto aquello de que si operan al niño de la garganta va a comer más, esto porque algunas progenitoras acuden a ese servicio solicitando la cirugía del niño con ese fin.

Por último, se recomendó que cuando el niño ronque durante el sueño, o respire continuamente por la boca, debe ser llevado al pediatra u otorrino directamente, para que lo evalúe y diagnostique el posible padecimiento de garganta.