Envenenamiento

Los niños son grandes curiosos. Por cada día que transcurre en su vida, su curiosidad aumenta. Acaso no se recuerda usted, como durante su infancia le cautivaba el mundo de los mayores. Pues hoy a los niños les sucede igual o quizá más.

Cómo se las arreglan ellos para satisfacer su curiosidad ? Pues los niños registran los cajones, se trepan en todas partes, lo agarran todo. Revisan los sobres atractivos y se interesan por las cápsulas y pastillas de colores, porque los asocian con los caramelos.

El peligro se hace mayor cuando los pequeños se llevan esos objetos a la boca y sobreviene el riesgo de envenenamiento. La cuota de niños fallecidos o seriamente lesionados por intoxicaciones es, por desgracia, muy elevado.

Los Principales Tóxicos

Pildoras, cuyas dosis son fuertes y para adultos, los pueden envenenar.

Liquidos, que se usan para la limpieza de la casa o para desinfectar, y que contienen lejía, amoníaco, cloro y otras sustancias químicas. Cualquiera de estos productos útiles y necesarios para la casa, se pueden convertir en armas peligrosas si los mayores de la casa se descuidan.

Las víctimas son por lo general los niños o los animales domésticos. Es responsabilidad de los padres del niño evitar que esto suceda.

Hoy en día se están vendiendo los productos en unos envases especiales ideados para impedir que los niños puedan abrirlos. Incluso muchos de ellos vienen con los envases o frascos en las dos variantes: fáciles o menos fáciles de abrir, pero, aún así, eso no elimina la necesidad de que se vigile al menor ante estos riesgos. A continuación le ofrecemos una serie de medidas para evitar los accidentes de envenenamiento.

Precauciones

Decídase por el uso de los envases especiales de seguridad.

Si usted cierra mal el envase, su acción protectora resulta nula e ineficaz. Después que abra el envase ciérrelo debidamente y verifique la operación.

Mantenga los productos en sus envases originales. Nunca coloque un producto químico o un medicamento en una botella de jugo o de refresco.

Separe los medicamentos de uso interno de los demás y consérvelos en un apartado.

Cuando vaya a darle un medicamento a su hijo, encienda la luz nunca lo haga en la oscuridad. En estos casos, las equivocaciones pueden ser fatales.

Evite tomar pastillas delante de los menores, ellos pueden imitarla.

Si usa un producto de limpieza delante de su bebé y suena el teléfono, llévese el envase, no lo deje en manos del niño.

Si tiene un niño que gatea, nunca deje los químicos de la limpieza o los medicamentos sobre el suelo, a nivel de sus manos.