Enseñarle al bebé el abecedario y los números

Si tu niño aún no ha comenzado el preescolar pero reconoce los colores y sabe las vocales, entonces estará en excelentes condiciones para aprender rápidamente las sílabas y por supuesto, cómo se forman las palabras.

No se trata sólo de que recuerde los nombres de las letras sino que sepa identificar correctamente los sonidos del abecedario. Para ayudarlo en esta tarea, bastará con que practiques con él, algunos ejercicios fonéticos.

Puedes empezar con un algo sencillo. Coloca la mano del niño sobre tu garganta y comienza a modular exageradamente las vocales, demuéstrale que para pronunciar debe abrir o cerrar la boca. El niño notará que cada letra es diferente. También puedes utilizar gráficas o libros infantiles donde se encuentren las letras, indicándolas a menudo. Pídele que el también repita contigo. Para finalizar, puedes cantarle alguna canción que recuerdes o inventar alguna.

¿Por qué los niños necesitan instrucción fonética? Los investigadores consideran que los lectores avezados cuentan con la preparación suficiente para asociar los signos gráficos y la pronunciación. El término fonética es utilizado por los educadores para significar la enseñanza que se centra en inculcar los conocimientos del alfabeto y la correspondencia entre los signos y los sonidos.

Es muy importante que el pequeño observe que sus padres cuidan los libros y disfrutan la lectura, de esta forma él también tendrá curiosidad por aprender e imitará sus conductas. Para facilitar el proceso educativo del niño, durante 20 ó 30 minutos, cualquier miembro de la familia puede leerle un cuento en voz alta, haciendo diversas entonaciones y dramatizando cada escena. Se le pueden hacer preguntas al niño sobre lo que piensa de la narración, cómo cree él que finalizará la historia y reinventar todo el relato. Si el niño no es tan pequeño, puede buscar las palabras desconocidas en el diccionario y sustituir con sinónimos todas las palabras que se le ocurran. Para los más chiquitos son recomendables aquellos textos de rimas o versos cortos que lo preparan para deletrear.

Es importante decirle a los nenes que los libros se leen de izquierda a derecha y que existen espacios en blanco entre las palabras. También se les puede comentar que cada palabra que dice el lector está escrita en el libro, es decir, que existe una correspondencia entre lo que decimos y leemos.

Una clave para que el niño se familiarice con la escritura de algunas palabras de su uso cotidiano es colocarle cartelitos a los objetos de su cuarto. Así sabrá que el sitio donde duerme por las noches se llama «cama» y que cada ves que quiera ver TV tiene que sentarse en una «silla».