El ultrasonido en el embarazo

El ultrasonido en el embarazo

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Las imágenes del ultrasonido se producen a través de las ondas sonoras, las cuales son demasiado agudas para ser escuchadas por el oído humano. Estas ondas viajan a través de la piel y se centran en una cierta parte del cuerpo por un dispositivo de exploración llamado transductor, el cual envía las ondas sonoras que rebotan en los órganos internos del cuerpo.

¿Cómo se realiza este examen?

El examen es bastante sencillo. La madre se acuesta sobre una camilla para que luego el médico coloque un gel transparente sobre la piel, el cual permite que el transductor se mueva fácilmente. Podrías sentir una ligera presión sobre el abdomen, pero no dolor. Este examen puede durar unos 30 minutos aproximadamente.

¿Cuáles son las ventajas del ultrasonido?

El ultrasonido resulta muy ventajoso para la madre, ya que a través de él se puede conocer el tamaño del bebé, el crecimiento, la posición en la que se encuentra el niño, si este presenta algún signo de un posible problema genético, entre otras cosas. Algunos especialistas recomiendan realizar el ultrasonido entre la semana 18 y 22 del embarazo.

La ecografía puede asegurarle a la madre que el bebé se encuentra sano. Sin embargo, también se pueden encontrar algunas señales de que no todo está normal. Es importante saber que este examen puede detectar anomalías pero no puede decir con seguridad si el bebé sufre de una condición específica.

Limitaciones

En muchas ocasiones puede ocurrir que el bebé no se visualice completamente, lo cual puede deberse al índice de masa corporal (obesidad) de la madre, el tiempo de embarazo, la posición del bebé o el tipo de anormalidad que presente.

La realización del ecosonograma o ultrasonido obstétrico es muy dependiente del operador. Es muy importante que sea realizado con equipos de alta resolución y por operadores experimentados, preferiblemente médicos.