Ejercicios en el agua

Si usted acostumbraba a hacer ejercicio antes de quedar embarazada, no significa que tenga que permanecer sedentaria, esperando la llegada de su bebé. Usted puede unirse a los millones de mujeres alrededor del mundo que realizan ejercicio durante los meses de espera y logran permanecer saludables, fuertes y sin una serie de molestias propias del embarazo.

Para la futura madre con un embarazo sano y normal, el ejercicio puede ser muy seguro. Para aquellas que han tenido experimentado partos de pretérmino o han tenido algunas complicaciones obstétricas, el ejercicio puede estar contraindicado o necesitan un programa especialmente adaptado a sus necesidades específicas.

De acuerdo con un estudio realizado por American College of Obstetricians and Gynecologists de los Estados Unidos ( ACOG), una de las rutinas de ejercicios más recomendables para las futuras madres es aquella en la que no tiene que soportar el peso, ni experimentar alto impacto, tales como la natación, los ejercicios en el agua (hidrokinesia), o la bicicleta estacionaria

¿Quiénes pueden practicar la hidrokinesia?

A las mujeres con enfermedades cardíacas, tromboflebitis o embarazos de alto riesgo no se les recomienda el ejercicio. Deben hacerse examinar para obtener un completo historial médico y con base en eso el doctor determinará si las condiciones de la madre limitan o excluyen del todo un programa de ejercicios durante el embarazo.

Instructores profesionales aseguran que toda futura mamá debe consultar con su médico antes de integrarse a cualquier rutina de ejercicios. Una vez que tiene la aprobación del especialista, se toma en cuenta la condición física de la mujer. Aquellas que han llevado una vida sedentaria deben comenzar con una actividad física de baja intensidad e irla aumentando gradualmente.

Aún si la futura madre acostumbraba a ejercitarse regularmente antes de quedar embarazada, es necesario que reduzca el nivel de ejercicio durante estos meses. Debe siempre escuchar a su cuerpo. Si se siente incómoda, le hace falta aire o se siente muy cansada, es necesario que reduzca la intensidad del ejercicio.

¿Qué precauciones hay que tener?
Los meses de espera son una época muy especial, en los que la mujer debe estar atenta a cualquier señal que indique que el embarazo no marcha de manera normal, por lo que es de vital importancia tomar en cuenta una serie de precauciones a la hora de practicar cualquier rutina de ejercicios. De esta manera se sentirá bien logrará divertirse y ejercitarse de manera segura para usted y su bebé:

Consulte con su médico antes de realizar cualquier clase de ejercicio.

-Ejercítese regularmente (al menos tres veces por semana). Es preferible realizarlo de manera intermitente.
-Evite ejercicios que provoquen un fuerte estiramiento de los músculos.
-Siempre realice una etapa de calentamiento.
-Hidrátese antes, durante y después del ejercicio.
-Las pulsaciones no deben exceder 150 latidos por minuto. (Consulte con su médico cuál debería ser su máximo de pulsaciones).

A pesar de que la hidrokinesia es segura tanto para embarazadas, como para público en general, es importante que las futuras madres estén alertas ante cualquier síntoma. Si alguno de éstos ocurre, detenga el ejercicio y acuda a su médico de inmediato: dolor abdominal repentino y severo, contracciones uterinas regulares que se mantienen hasta 30 minutos después de que el ejercicio finalizó, mareos, sangrado vaginal, disminución en los movimientos del bebé, visión borrosa o entumecimiento en cualquier parte del cuerpo.

La mayor parte de las mujeres son capaces de participar en un programa de ejercicios durante el embarazo. Lo importante es que la futura madre escuche a su cuerpo y utilice el sentido común, logrando así que el ejercicio sea una valiosa manera de mejorar su bienestar durante ese tiempo tan especial, y lo mejor de todo: una mamá en forma se sentirá mucho mejor desde el comienzo de la vida de su nuevo bebé.