Conserva las vitaminas

Aún cuando le brindes a tu familia una dieta balanceada, muchas sustancias nutritivas se pierden al almacenar y preparar los alimentos de forma incorrecta.

Es necesario lavar las verduras frescas, pero no las dejes en remojo por muchas horas, si lo haces se perderían gran cantidad de vitaminas B y C. Para conservar las vitaminas, cocina los alimentos en la menor cantidad de agua posible y el tiempo que sea preciso.

Prepara la ensalada al momento de comerla. Las frutas y las legumbres que se dejan expuestas al aire libre, pierden parte de sus cualidades nutritivas.

Si no encuentras las frutas o legumbres que buscas para hacer una receta específica, cómpralas congeladas u opta por preparar otro menú. Las verduras congeladas son mejores que los enlatados.

Las vasijas y las ollas de aluminio, de acero inoxidable, de vidrio y de esmalte son las mejores para conservar y cocer los comestibles. Los recipientes de cobre pueden destruir parte de la vitamina C, el ácido fólico y la vitamina E. Las cacerolas de hierro hacen desaparecer la vitamina C.

Recuerda guardar la leche en un envase de vidrio y no dejar expuesto el pan a la luz, porque pierde cierta cantidad de vitamina A y D, además de riboflavina.

Las papas retienen mejor las vitaminas si se hierven o se hornean con cáscara.

No tires el agua en donde herviste las verduras! Aprovéchala para hacer salsas o sopas. También puedes usarla el jugo de la carne en la salsas y el almíbar de las frutas para aderezar postres caseros. De esta manera, te será posible aprovechar las vitaminas que contienen estos alimentos.

Las legumbres y las frutas conservan mejor sus propiedades si las gurdas en el refrigerador tan pronto como llegues a casa del mercado.