Cómo tratar la sarna en los niños

La sarna o escabiosis es una infección de la piel causada por un ácaro que es tan pequeño que se necesita un microscopio para verlo. Estos pequeños insectos hacen un túnel en la capa más superficial de la piel donde viven y se reproducen. La presencia de una erupción cutánea (salpullido) con picor, típico de la sarna, es debido a una reacción alérgica al ácaro y generalmente comienza unas cuatro semanas después del inicio de la infección.

Los insectos se pasan de una persona a otra, por contacto de piel a piel. Los síntomas son debido a la reacción alérgica y tarda semanas en presentarse, esto hace posible que en la fase inicial de la enfermedad una persona pueda transmitir el malestar a otros, a pesar de no tener el sarpullido o el picor. El parásito afecta sólo a las personas, los animales domésticos, ni la padecen, ni la transmiten.

El signo más típico de la sarna es el picor intenso. Es particularmente molesto durante la noche, porque los niños que la padecen suelen estar intranquilos y generalmente duermen muy mal. La erupción de la sarna está formada por pequeños bultitos rojos ocasionalmente se ven vejigas, ronchas o pequeñas úlceras con costras. En niños mayores y adultos se presentan típicamente entre los dedos y en las muñecas, codos, sobacos, pechos, cintura, ingle y genitales. En los bebés, las manos, pies y axilas se afectan casi siempre y en ocasiones, el cuero cabelludo y la cara. La sarna no causa fiebre a menos que exista una infección bacteriana sobreañadida. El salpullido no se quita, continúa indefinidamente, haciéndose más intenso y diseminado hasta que se trate adecuadamente.

La sarna puede tratarse con diferentes cremas o lociones que se llaman escabicidas. Debe aplicarse una capa fina de la medicina desde la barbilla a las plantas de los pies, cubriendo toda la piel, no sólo la zona de la erupción, ya que es imposible averiguar exactamente donde se encuentran los insectos. Todos los pliegues del cuerpo, los pliegues entre los dedos de las manos y de los pies, las axilas y los genitales también se deben cubrir con la medicina. Se debe extender también en la punta de los dedos para que así llegue a la zona debajo de las uñas. Si su hijo se chupa el dedo, usted debe cubrirle las manos con guantes o calcetines para evitar que la medicina llegue a la boca.

La medicina se retira mediante un baño muy completo, de acuerdo con las instrucciones de su médico. Es importante seguir estas instrucciones cuidadosamente. El picor y la erupción generalmente mejoran con el tratamiento pero pueden no desaparecer del todo durante varios días o semanas. Esto es debido a que la reacción alérgica tarda en mejorar pese a que los insectos están ya muertos. Las medicinas contra el picor, tomadas por boca o aplicadas en la piel ayudan a mejorar los síntomas. No vuelva a aplicar la medicina escabicida sin consultar con el pediatra. Estos productos químicos pueden ser perjudiciales si se aplican muy seguido o durante períodos muy largos de tiempo. Su médico puede decidir tratar a todos los miembros de la familia, cuidadores y contactos cercanos si no está seguro si ellos padecen la infestación.

Después del tratamiento se recomienda lavar la ropa de cama, toallas y ropa interior, pero no es necesario limpiar el resto de la ropa, los muebles, la alfombra o los juguetes. Los insectos sólo sobreviven tres o cuatro días fuera de la piel humana.

Cualquiera que tenga los ácaros en su piel, incluso si apenas tiene salpullido puede transmitir la sarna o otras personas. El contacto íntimo como por ejemplo compartir la misma cama suele resultar en contagio de la infección; sin embargo, la sarna también se puede transmitir por contacto ocasional como dar la mano durante el juego.

Los niños pueden volver a la escuela o guardería el día después del tratamiento. La sarna no tiene nada que ver con limpieza; ocurre en gente de todas clases, de todas las nacionalidades y de todas las edades. A menudo se piensa que un niño no puede tener sarna porque nadie de la familia la padece. Sin embargo, es posible que un amigo, familiar o vecino que haya visitado la casa haya transmitido la infección.

El haber tenido sarna previamente no confiere inmunidad. Los insectos pueden pasarse de una persona a otra, en un sentido o en el otro, en una familia o guardería mientras haya una persona con la infección activa. De ahí que la mayoría de los expertos recomienden tratar a todos al mismo tiempo. La mayoría de las medicinas escabicidas actuales son muy efectivas. El fallo en el tratamiento se debe, generalmente, a no seguir las instrucciones correctamente.