¿Cómo estimular la curiosidad de su bebé?

La curiosidad infantil tiene una función vital, es la mejor manera de interactuar con el entorno y aprender a utilizar las ventajas que se ofrecen. Un bebé pasivo que no se motiva por descubrir los estímulos, puede generar cierta preocupación en los padres. La mejor manera de animar a los pequeños es mostrándoles láminas con figuras variadas de animales u objetos, con mucho colorido. Muéstrale un espejo para que juntos jueguen a reconocerse.

A partir de las ocho semanas, le interesará lo que tiene enfrente y comenzará a desarrollar la coordinación entre los ojos y las manos. Si haces ruidos poco familiares en habitaciones donde no esté el niño, seguramente, si ya gatea o camina se desplazará hasta allá para averiguar lo que ocurre.

Las cajas de música también pueden tener un atractivo particular. El bebé de dos o tres meses recordará el sonido que haces para dar cuerda al juguete móvil de su cuna. A todos los niños les gusta jugar a las escondidas, si tu hijo está sentado en su coche, ocúltate por unos instantes detrás de un mueble y sorpréndelo. Te aseguro que te buscará con la mirada y la sorpresa de verte, de repente, lo hará reír.

La curiosidad es indispensable en su desarrollo, poco a poco, notarás como adquiere más experiencia y autonomía. Recuerda fijar ciertas limitaciones en su conducta para evitar los peligros y para que aprenda a autocontrolarse. Sin embargo, no abuses de las prohibiciones innecesarias, ni te impacientes. Piensa que el niño curioso necesita saber.