¿Cómo cuidar los dientes y la salud de tu hijo?

Puede ocurrir que su hijo babée, mordisquee y esté molesto por varios meses antes de la aparición de los primeros dientes, o por el contrario, la sorprenda con la presencia de un diente, sin mucho alboroto. No hay manera de predecir cuando la dentición será difícil o fácil, pero la pauta la establece el primer diente. El primero suele salir cerca de los 7 meses y el último diente de leche aparece alrededor de los 2 1/2 años. En algunos niños la dentición es más tardía sin que ello sea un signo de alarma, sin embargo, consulte a su médico cuando tenga duda.

Los problemas relacionados con la dentición se agudizan entre los 12 y 18 meses, momento para el cual aparecen los primeros 4 molares que son piezas trituradoras, esto puede ocasionar fiebre, falta de apetito, irritabilidad, sueño irregular.

Las encías se congestionan, el niño babea mucho, se lleva las cosas a la boca para roerlas y ayuda con esto a que el molar se abra paso. Como notará, esta conducta es adecuada, por tanto no lo detenga, por el contrario, ofrézcale al niño objetos de plástico o madera, que estén limpios y no tengan peligros, esto a su vez evita que se establezca el hábito de morderse los dedos. Permita que su hijo escoja lo que quiere roer, bien sea telas, juguetes o pan duro, siempre y cuando no representen algún peligro.

Una dentición difícil puede alterar el sueño, tranquilice al niño, con un tetero o una taza de leche, y suminístrele algún analgésico para reducir la inflamación. Asegúrese de que el malestar de su niño se debe a la dentición y no a otra molestia que amerite la atención de su médico.

Modelos de dentición

Es posible que su hijo naciera con unos dientes de leche cortantes en el área central de la encía inferior, pudiendo ser normales o adicionales. En cualquiera de los casos, déjelos tranquilos. Si son adicionales, estos están flojos y son defectuosos. Consulte al odontólogo si estorban para mamar, o tiene el temor de que el bebé se los trague al respirar.

La salida tardía de los dientes es de tendencia hereditaria, pero si al año de edad no le ha salido ninguno, existe la posibilidad de que se deba a un trastorno nutricional o de otra índole que amerite un diagnóstico. Una radiografía de la mandíbula informará si se están formando algunas de las 44 piezas dentales (20 temporales y 24 permanentes).

Rechinar los dientes

Es posible que repentinamente su niño comience a rechinar los dientes cuando duerme. Las causas son diversas. Ese sonido irá desapareciendo en la medida que el niño supere las frustraciones diurnas y aminore las tensiones, ayúdelo a canalizar sus inquietudes. Quizás tenga energía que no ha gastado y la exterioriza rechinando los dientes.

Ayude a su niño, mejorando su nutrición y facilitando la liberación de sus dificultades emocionales, solicite ayuda si lo considera necesario. Por su parte el odontólogo, puede indicarle un protector de goma para la hora de acostarse.

Ortodoncia

Corrija las irregularidades de los dientes y la mandíbula de su hijo, pues perjudican la estética de la cara, la masticación, la respiración y el lenguaje.

Las desviaciones o malas implantaciones de los dientes, pueden ser por alteraciones en el crecimiento de la mandíbula, por la extracción prematura de piezas, por la prolongación en la eliminación de piezas temporales que impiden la adecuada ubicación del diente permanente.

Otras causas de la mala implantación son: chuparse el dedo o la respiración bucal. No espere que la mala alineación empeore, a la edad de 8 años y antes si es necesario, lleve a su hijo al ortodoncista para que ubique los dientes en su lugar sin causar dolor, y esto mejorará la estética, la mordida, el habla y la autoestima del niño.

Dientes con caries

Los ácidos formados en la boca son el producto de la fermentación de los azúcares y almidones, debido a la acción de las bacterias que normalmente tenemos en dicha cavidad. El ácido disuelve el esmalte, que no se recupera, destruye la dentina que está debajo del esmalte, que no se vuelve a formar y ablanda el resto del diente hasta que no tiene remedio. La cavidad que se forma se extiende hasta la pulpa, la cual se infecta y se muere. En cuanto a los dientes de leche, suelen carearse más fácilmente entre los 4 y 7 años. Con relación a los permanentes las caries aparecen entre los 12 y 18 años, períodos en que el ritmo de crecimiento es mayor.

Evite a su hijo todos los azúcares refinados, no le suministre: azúcar de caña, caramelos en barra, caramelos corrientes, bombones de chocolate, cremas de chocolate, goma de mascar, bebidas dulces, si lo hace enséñele que debe cepillar sus dientes con una pasta dental después de comer. Promueva el consumo de azúcar de fruta, azúcar morena, miel, higos, uvas en pequeñas cantidades, puesto que contienen sustancias protectoras que evitan las caries.

Otros alimentos que «no» deben comer sin el posterior aseo bucal correspondiente son: pan blanco, galletas y pasteles. Use pan integral y harinas integrales, que requieren de una masticación más vigorosa, con lo cual se limpian los dientes y se estimula la secreción de saliva protectora.

En la dieta cotidiana son necesarias cantidades moderadas de hidratos de carbono, suministre aquellos que son naturales, pero no azúcares refinados.