Comer la placenta después del parto

Comer la placenta después del parto

La placenta es un órgano efímero que se desarrolla durante el embarazo con el fin de suministrar oxígeno y nutrientes al bebé. Este órgano es esencial para el desarrollo del bebé durante la gestación y, después del parto, la madre lo expulsa por el canal de parto.

¿Qué es la placentofagia?

La placentofagia se refiere a la práctica de consumir la propia placenta después del parto. Aunque suene extraño, esta práctica se ha tornado cada vez más común en muchos países del mundo entero.

¿De qué manera se ingiere la placenta?

Profesionales de la medicina tradicional y expertos en herbolaria han utilizado la placenta como remedio curativo desde hace miles de años. Se coloca en forma de cápsulas para que sea consumida por la madre durante varias semanas después del parto.

¿Cómo se hacen las cápsulas?

Luego de tu parto, la placenta se guarda y se congela. Después de ello es cortada y se coloca en un deshidratador, tras lo cual se pulveriza y se coloca en cáspsulas.

¿Cuáles son los beneficios?

Debe saber que la placenta encapsulada mantiene sus propiedades de prolactina, proteínas, oxitocina, entre otros, por lo que ayuda a reintroducir los nutrientes esenciales que necesita tu cuerpo para recuperarse de todo el esfuerzo que ejerció durante el embarazo y que necesitará en el período de lactancia.

Otros beneficios son:

  • Favorece tu recuperación posparto en general
  • Ayuda a que tus hormonas vuelvan a sus niveles normales
  • Aumenta tu energía
  • Mejora tu estado de ánimo
  • Aumenta tu producción de leche materna
  • Disminuye el riesgo de padecer depresión posparto