Cambios bruscos, mal humor en el embarazo

Como consecuencia de los cambios hormonales, es común que te sientas emocionalmente inestable. La novedad del embarazo y pensar en tu nueva responsabilidad como madre, pueden generar ocasionalmente estados depresivos o sentimientos contradictorios.

Es indispensable que durante este proceso de adaptación a tu nueva condición física y psicológica, cuentes con el respaldo de tus seres queridos: tu pareja, tus padres, tus hermanos, abuelos, primos y tíos.

No vale la pena que te quedes con esas impresiones o sensaciones. Tienes la libertad de llorar cuando lo sientas y hablar o comunicar tus angustias a los demás. Estarás sensible, pero anímate porque dentro de ti ocurre el milagro de la vida. Durante estos nueve meses tú y el bebé serán los protagonistas y el centro de atención de las otras personas.

La relación con tu compañero

Una pareja preparada se defiende mejor de la confusión que puede generar la información subjetiva y muchas veces incompleta que otras personas les pueden transmitir, casi siempre con buena intención.

La pareja se considera de primordial importancia al involucrarse totalmente en el proceso de tener un hijo y su participación activa e interesada le permite el acceso a información antes considerada sólo femenina.

Los hombres se convierten en excelentes «compañeros de embarazo» cuando descubren con alegría lo profundo y trascendental del proceso que ambos están viviendo. El fenómeno personal de la paternidad se nutre con un vínculo más intenso con su mujer y más precoz con su hijo, aún en el útero.

La pareja o en su ausencia, la instructora u otro individuo preparado, comparte y ayuda a la mujer en todo momento, siendo un apoyo físico y espiritual, que representa un pilar de gran valor cuando los miedos y el descontrol quieran perturbar el proceso. La técnicas de relajación, la respiración, las visualizaciones y el agua tibia de una bañera se convierten en factores de primera línea que complementan a las posturas, otorgando a la mujer, en ocasiones, un dominio de la situación que dejarían boquiabierto a cualquier defensor de la analgesia obstétrica.

El entrenamiento y la motivación consciente capacita y predispone a la mujer hacia la maternidad. Se trata del establecimiento de un fuerte vínculo inicial, sin temores por el feto que nacerá en un ambiente cálido y sin violencia. La estimulación para la inteligencia comienza aquí y se impone como un amoroso deber materno y un agradecido derecho del niño.

El objetivo de toda esta preparación integral es proporcionar herramientas que ayuden en el goce pleno del embarazo, al acercamiento y la unión más íntima de la pareja, al contacto reflexivo y estimulador madre-niño desde el útero y a la creación de una elevada autoestima que fortalezca una poderosa actitud positiva hacia el parto.